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PIERCINGS TATUAJES Y DIABETES

Es una decisión de la que hay que estar muy seguro, no debe ser una moda pasajera o un capricho o un impulso repentino, porque el dibujo o la perforación permanecerá de por vida; tener Diabetes no significa no poder tener piercings o tatuajes, nuevamente lo más importante es EL BUEN CONTROL.

La razón de que el control de la diabetes sea óptimo es esencial porque de lo contrario cualquiera de estos procedimientos puede significar aumentar el tiempo de cicatrización y el riesgo de desarrollar una infección que puede ser grave.

Si ya te has decidido, tienes la cita concertada y vas a tatuarte o hacerte un piercing, es importante que los diabéticos informemos al tatuador o a la persona que va a perforarnos de que somos diabéticos y que acudamos acompañados de una persona de confianza que sepa como actuar frente a cualquier complicación por si surgiese.

Recuerda que es importante ingerir hidratos de carbono antes de iniciar la sesión para evitar hipoglucemias, por ello, antes de empezar pregunta cuánto tiempo va a durar y ¡no te olvides tu glucómetro! y un snack dependiendo el tiempo que dure el procedimiento además de glucosa o carbohidratos (para hipoglucemia o baja del azúcar). Comprueba tus niveles antes de empezar y también si tienes algún síntoma de baja de azúcar porque los nervios y la impresión pueden hacer que te marees.

Lo que sí hay que tener en cuenta son ciertas zonas del cuerpo con las que hay que tener muchísimo cuidado al momento de tatuarnos. Éstas son las partes en las que haya poca circulación de la sangre: una persona con diabetes no debería hacerse tatuajes en los tobillos, muñecas, nalgas ni en la parte baja de las piernas. Las áreas donde se reciben las inyecciones de insulina (muslos, abdomen y brazos) también deberían evitarse.

De cualquier forma, no hay riesgos para tatuarse si se es diabético. Es más: hay incluso diabéticos que se tatúan información sobre su condición por si les llega a ocurrir alguna emergencia (como quedar inconscientes y necesitar una inyección de insulina) y necesitan ayuda. Es como un brazalete de alerta médica permanente, muy útil en algunos casos.

(Imagen de tatuaje de Diabetes)

También es importante tener en cuenta la importancia de elegir un sitio acreditado y con toda la asepsia requerida para realizar el procedimiento y hacerles saber acerca de la condición para que se consideren los cuidados necesarios para evitar complicaciones.

Riesgos comunes de body piercing:

Los riesgos de las perforaciones en el cuerpo son muy similares a los de las personas sin Diabetes:

  • Infección: El sitio de la perforación debe mantenerse limpio y si es del caso cubierto. En algunos casos se debe de dar terapia con antibióticos antes del procedimiento y hasta unos días después de realizado.
  • Agujas: Si la aguja utilizada para perforar la piel no ha sido esterilizada, podrían estar en riesgo de infecciones de hepatitis, VIH y otros virus de transmisión sanguínea.
  • Glucemia alta : En presencia de hiperglucemia (azúcar alta) hay mayor riesgo de retrasos en la cicatrización e infecciones locales que pueden extenderse a sitios contiguos y hacerse graves.
  • Sangrado: El procedimiento puede causar sangrado excesivo, especialmente en las zonas del cuerpo con una gran cantidad de vasos sanguíneos como la lengua. Se debe tener especial cuidado si se toman medicamentos que pueden aumentar el riesgo de sangrado como ácido acetil salicílico (aspirina) y otros antinflamatorios.
  • Cicatrices: Tener en cuenta que en caso de infección quedará una cicatriz más visible y que las personas con tendencia a formar queloide (cicatriz acordonada o elevada) el compromiso estético es mayor.
  • Alergias cutáneas a los materiales utilizados, en forma de eccema de contacto, en el que la piel se inflama, produce vesículas, exuda y pica, y no desaparece hasta eliminar el causante.
  • Abscesos o quistes bajo la piel en el lugar del piercing, que finalmente deben ser drenados quirúrgicamente.
  • Orificios permanentes en la nariz o el párpado.
  • Dientes erosionados o rotos, dificultad de masticación, deterioro del habla (Por piercings en labios o lengua)
  • Lesiones de nervios y arterias.
  • Pérdida de sensibilidad en la zona

Tipos de piercing y sus complicaciones

Piercing oral

Son los que se realizan en la lengua o en el labio. Tarda en cicatrizar aproximadamente 8 semanas y se debe limpiar un mínimo de tres veces al día. Después de colocarlo y mientras dure la cicatrización es recomendable no beber bebidas alcohólicas, no tomar comidas picantes y hablar con cuidado.

Tener en cuenta que la boca es caliente, oscura y húmeda, lugar ideal para el crecimiento de las bacterias. La boca de por sí contiene millones de bacterias, de manera que la infección es una complicación frecuente tras el piercing oral. El dolor y la hinchazón son otros efectos secundarios del piercing. La lengua puede hincharse tanto como para que se lleguen a obstruir las vías aéreas. También puede producir una hemorragia o lesionar un nervio. La materiales del piercing también producen algunos riesgos, pues pueden erosionar o romper los dientes, puedes perder el piercing y deglutirlo y un piercing de baja calidad puede producir reacciones de contacto.

Piercing facial

Son los colocados en la oreja (lóbulos o pabellón auditivo), en las cejas o en la nariz (aletas o tabique). Estos suelen ser los más comunes. Después de colocarlo, se debe limpiar la herida dos veces al día durante dos meses. Es recomendable que durante ese período de tiempo no se utilice maquillaje.

El piercing en el pabellón auricular tiene un mayor riesgo de infección que el del lóbulo, debido al menor flujo sanguíneo que llega al primero. Las infecciones del pabellón auricular son difíciles de tratar y pueden requerir cirugía que, como consecuencia, provoque una desfiguración de la oreja.

Piercing corporal

Son aquellos realizados normalmente en el ombligo, los pezones, zona de axilas (donde el excesivo sudor de éstas puede provocar infecciones). Debes tener cuidado con las rozaduras que puede producir la ropa. Por lo demás, se debe limpiar dos veces al día durante mínimo dos meses.

Los signos típicos de una infección incluyen dolor, hipersensibilidad, enrojecimiento y supuración maloliente a partir del punto del piercing. Estas infecciones pueden dar lugar a complicaciones graves, como la formación de un absceso en el punto de penetración de la piel o la propagación a través del torrente circulatorio hasta lugares a distancia, incluyendo las válvulas del corazón. Si crees tener una infección en el lugar donde te han practicado un piercing, consulta con tu médico para que lo examine.

Piercing genital

Este es el piercing más complicado, ya que exige un cuidado y una limpieza muy cuidadosa. Además, necesita más tiempo que el resto para cicatrizarse. En algunos casos incluso 6 meses.

Cuidados posteriores

Una vez hecho el piercing o el tatuaje tenemos que extremar los cuidados y precauciones. Controla el estado de la zona, si se pone roja, duele o se inflama puede que esté infectada, ¡ve al médico! Puede sonar alarmista, pero sí es una infección y se tarda mucho en controlar, los riesgos aumentan.

Durante el primer mes limpia tu nuevo piercing o tatuaje con agua tibia y jabón neutro y utiliza la crema específica que te hayan recomendado para tratar la “herida”. Si por ejemplo te has hecho un piercing en la lengua o el labio, puede que las molestias te quiten las ganas de comer, así que mucho cuidado con tus glucemias y sigue con tu control y rutina habitual de comidas.

De cualquier manera se debe consultar antes de realizar este procedimiento para que el médico evalúe según el riesgo la necesidad de dar terapia antibiótica previa, optimizar el control de la glucemia y cuidar que el mismo se realice en sitios habilitados que cuenten con los elementos desechables y los procesos de esterilización apropiados.